Visitas

sábado, 5 de abril de 2014

Relato corto del concurso coca-cola

Hoy, día 3 de Febrero me he levantado, después de haber visto unas luces extrañas que procedían del despacho, he desayunado, me he vestido y he ido al instituto. Después de acabarlo, me voy a mi casa, como con mis padres y con mi hermana. Más tarde, sobre las tres y media, me pongo a hacer deberes y me doy cuenta de que solo me han mandado de lengua; me pongo a hacerlos y este era el primer ejercicio:

Busca en el diccionario los siguientes conceptos (en ese mismo momento me dieron ganas de tirar el libro por la ventana de mi casa, ya que nunca me ha gustado hacer este tipo de ejercicios, pero, aun así, me puse a hacerlo). Y me pongo a hacerlo, la primera palabra para buscar era: estímulo.

La busco en el diccionario y me doy cuenta que ponía: objeto de color rojo que sirve para mirar las estrellas (pero ese significado sé que no era ya que, más o menos, sé lo que es) y lo busco en otro diccionario y me ponía que era: derivado de la madera. Sorprendido de que no saliera el verdadero significado.

Me paso de ejercicio, era otro de buscar el significado, cansado de tanto buscar, descanso un rato, me pongo a leer el periódico y veo, en la misma portada: ALARMA MUNDIAL: Todos los diccionario del planeta han amanecido con las definiciones trastocadas. En ese momento, me acuerdo de las luces que vi salir de la habitación en la que guardo los diccionarios.

Después de descansar un rato, sigo haciendo lengua, pero todos los ejercicios eran de buscar en el diccionario. Al ver esto, paro de hacer lengua y me pongo a jugar (juego casi toda la tarde, incluso sin merendar), después ceno y me acuesto, pero, esta vez, me pongo el despertador sobre media hora antes, para ver si lo que pasó anoche, volvería a ocurrir.

Me despierto con el despertador de mi teléfono y voy sigilosamente al despacho, debido a lo que veo el corazón casi se me sale, me desmayo y, al rato, me despierta mi madre y me pregunta que qué me ha pasado, pero, en ese momento, no solo no me acordaba de lo que había pasado, sino que tampoco me podía mover.

Mi madre me lleva al hospital y los médicos le dicen que ya tienen muchas personas así, pero no saben cómo tratarlas, y que, desgraciadamente, va por fases: En la primera, pierden la memoria de lo que ha pasado por la mañana y se quedan sin poder moverse, en la segunda, sus extremidades empiezan a vibrar, en la tercera, los brazos y piernas empiezan a separarse y, por último, mueren. Y, resulta, que cada día que pasase tenías una fase. Y cada fase es peor que la anterior.

Es decir, el día 7 de febrero moriré si no hago algo, pero resulta que no puedo moverme.

Ya es día 5 y ya tengo la segunda fase, los brazos y piernas empiezan a vibrar y no puedo moverme. Hoy me han dormido, pero, aun así, noto como mis extremidades no paran de vibrar.

Por fin, sobre las una de la mañana consigo dormirme.

Es día 6 y los brazos y las piernas se separan dolorosamente como si fuese una tortura medieval. Prefiero morir antes que estar vivo soportando este dolor. No aguanto más, de pronto, en un impulso, cogo un cuchillo, que estaba sobre la mesa, y... me suicido clavándomelo en el corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Pon un comentario para ver lo que piensas.

Fotos